Información para principiantes

La Meditación

Todo el mundo inicia la práctica de la meditación con el propósito de manejar el estrés, mejorar la salud, disfrutar de mejores relaciones, vivir más relajado y en paz. Y si esto es cierto, es más bien la consecuencia, no el principio.

 

La meditación es en realidad, entrar en tu silencio, no para alejarse de todo, sino para estar en contacto con el todo. Encontrar la quietud interior, las respuestas a tus preguntas, la manifestación de tu deseos, porque lo más importante es que en tu silencio absoluto, al callar tu diálogo y tus pensamientos, te conectas verdaderamente con la mente infinita, la fuente de toda energía, el poder supremo, el núcleo de la conciencia, la inteligencia organizadora y perfecta del Universo. 

 

La meditación es un estado mental tranquilo y alerta, el cuerpo está relajado y la mente concentrada. Los pensamientos quedan a un lado y nos sentimos en armonía con las sensaciones del momento.

 

En la meditación conseguimos estos silencios de nuestra mente, aunque sean pequeños espacios, entre un pensamiento y otro, son de gran valor. Y con la práctica descubrirás que esos espacios son cada vez más prolongados.  

 

Ahí descubrimos la infinita creatividad, la imaginación infinita y el poder infinito de la intención. Todo ahí es infinito e ilimitado, como el cosmos mismo.

 

 

Lugar para Meditar


La meditación la puedes realizar en cualquier lugar. No requieres de nada en particular, sólo ponte cómodo e inicia.

 

Al escuchar nuestras meditaciones, como son guiadas, te puedes conectar, colocarte audífonos, cerrar los ojos y comenzar. En el lugar que tú elijas.

 

Más adelante, y con la práctica constante, si tú lo deseas puedes tener en tu casa un espacio dedicado especialmente para tu quietud y meditación. Un lugar que tú sientas tranquilo, agradable y en armonía. Aquí te daremos algunas sugerencias.

 

Lo más importante, es que ninguna situación te detenga en tu meditar. Vive la experiencia.

 

 

Tiempo de Meditar

Te sugiero meditar por la mañana y por tarde, coinciden con los ritmos más tranquilos de nuestro cuerpo, él sabe de mejor forma cómo estar quieto; sólo tenemos que darle la oportunidad. Los estudios demuestran que las meditaciones matutinas duran mayor tiempo, pero en el momento que tú tengas el espacio para meditar, hazlo, ese es el momento adecuado.

 

Los efectos de la meditación son acumulativos y con tan sólo 15 a 20 minutos al día para ello son suficientes y beneficiosos para relajarse, sentirse mejor.
Es mejor dedicar sólo unos minutos meditando todos los días, y ser constante, en lugar de meditar durante una hora un solo día de la semana.

Pensamientos

Los pensamientos se derivan inevitablemente y pasean alrededor de su mente, pero eso es normal.

 

No trates de hacer nada con ellos (déjalos ser). Si te descubres atento a lo que está pasando por tu mente, simplemente corrígelo y enfócate nuevamente regresando tu atención al mantra o en tu respiración. Ya se abrirán los espacios en blanco entre tus pensamientos que son los momentos que logramos conectarnos y meditar.

 

 

Postura del cuerpo

Estar cómodo es lo más importante.

 

Es preferible sentarse con la espalda recta en el suelo o en una silla para ayudar a cultivar el estado de alerta. No se recomienda acostarte y menos en tu cama al momento de meditar. La mente ha sido condicionada a dormir cuando el cuerpo está acostado, ya que puedes quedarte dormido o sentir somnolencia. Pero si esto sucede, tampoco te preocupes, duerme, tu cuerpo lo necesita. Y lo intentas la siguiente vez.

 

Si por alguna condición especial o enfermedad, necesitas recostarte, está muy bien, practícalo así.

 

Tus manos pueden descansar en tu regazo, la mano izquierda sobre la derecha con los pulgares unidos. También simplemente puedes colocar las palmas hacia arriba, o siente la libertad de colocarlas de cualquier manera que te sea agradable.

 

 

Respiración

Cuando prestamos atención a nuestra respiración, nos encontramos en el momento presente. Fluye con el ritmo natural de tu aliento, disfrútalo, no lo fuerces. Permite que emane hacia dentro y fuera, con facilidad y sin esfuerzo.

 

 

El Mantra

El Mantra es un sonido o una vibración poderosa que se puede utilizar para entrar en un profundo estado de meditación. En sánscrito la palabra Mantra está compuesta por dos partes: "Man" que significa mente y "tra" que significa instrumento. Por lo que el Mantra es un instrumento de la mente. 

 

Buscar el silencio, repitiendo un mantra cuando comienzas tu meditación es una poderosa manera de llegar al silencio de la mente.

 

Ya que al repetirlo nos ayuda a desconectar los pensamientos, llevando a nuestra mente hacia otra vibración más elevada, que le permite experimentar niveles más profundos de la conciencia. Así cuando pasan los minutos, el mantra se vuelve cada vez más abstracto y confuso, hasta que finalmente sutilmente te ayuda a lograr el silencio absoluto, a conectarte con el espíritu, el campo de la conciencia pura, la fuente de todo lo que existe en el Universo. 

 

 

Un consejo

Date el tiempo, no te apresures, 20 minutos duran veinte minutos. Inténtalo una y otra vez, no te desesperes. El tiempo que logres el silencio es suficiente, poco a poco irás entrenándote y lograras mayor tiempo de quietud. 

Medita diario.

Si por algún motivo fuera de tu alcance, una emergencia, tuvieras que abandonar tu meditación, hazlo tranquilo, no súbitamente. Date un pequeño instante para respirar y salir suavemente.

Al finalizar el tiempo y  cuando estés listo para abrir tus ojos, hazlo suavemente y no los talles.

Quédate unos instantes moviendo tus manos, dedos, pies, cuello. Permite tu regresar sin alteración.